lunes, abril 24, 2006
bueno esto que viene acontinuacion no es choro en realidad se publico el dia
Jueves 30 de marzo de 2006 publicado por el pseudo periodista Armando Ramírez de el universal de mexico.
si tienen duda de la autentiicidad chekenlo desde la pagina http://www.eluniversal.com.mx/columnas/56704.html
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Chilanguerías..
El Zócalo olía a petate quemado
El grupo de Manu Chao puso a volar a sus fans el domingo pasado en la noche. Los changuitos esos andaban peor que si les hubiera dado la gripe aviar : pollitos rostizados, fumigados, cosa de oler y ver. A cada toque se elevaban los émulos de María Sabina; eran danzantes brincoteando con sus tenis converse , la moda entre la joven chilanguiza ilustrada proleta , por supuesto, con la mentada mochilita a la espalda y el gorrito de estambre con orejeras, como cocacolero boliviano, ahora que está tan de moda el Evo Morales.
Los chavos pintores, poetas malitos, cineastas de cine piojito, antropólogos urbanos, skatetos, rastas o chavos de ceceache, Prepa, Bachilleres y estudiantes de universidad pública, le llegaban a la plaza. Y ya sabrán, como feligreses de la iglesia de San Juan Parangaricutiro entraban al templo del ska bailando de a brinquito.
Y él, ese Manu lanzando sus ondas de turista mochilero visitando la Oaxaca de los honguitos, ora sí que, ¡ay ojitos pajaritos!, qué chidos brinquitos de las nenas que movían las que les platiqué hacia arriba y hacia abajo, como si fueran la Chiquitibum.
Eso sí, ¡les daba un hambre! Tal vez sería el refine, pero en la esquina de Moneda y Seminario, mientras Panteón Rococó, el cantante de Café Tacvba o Los Estrambóticos le metían a su música, los chavos le metían a los hot dogs de a tres por 10 varos, los que venden en los carritos que traen pintado el osito Bimbo. Ahora que en el número 14 de Seminario, frente al Sagrario de Catedral, a un ladito de la fundación cultural Hérdez, había unas colotas como si estuvieran regalando gansitos. Pero no, eran colotas para entrar a miarbolito. Esos del 14 se hincharon de billetes: eran miles de urgidos. Eso sí, el Manu se la rifaba y los polis vendían chelas en bolsas de plásticos. O llegaban los chavos con esa cosa que huele a petate quemado y se quedaban como mensos: sentaditos en el suelo como buditas chichimecas. Digo, la chilanguiza da para todos los gustos y sabores. Han de haber dicho: mi buen, qué tanto es tantito.
bueno aki dejo el correo del pendejo que lo publico para que pos se lo saturemos de mentadas de madre que banda??
icatalan@eluniversal.com.mx
moraleja: si quieres ser redactor del universal no necesitas aprender a escribir CCH jajaja